martes, 21 de marzo de 2023

EL BAUTISMO







La palabra bautismo procede del latín baptismus, baptó o baptizó cuyo significado es «lavar» o «sumergir». Es el rito de adopción y admisión al cristianismo casi invariablemente asociado con el uso de agua.

El rito esencial del Bautismo consiste en sumergir en el agua al candidato o derramar agua sobre su cabeza, pronunciando la invocación de la Santísima Trinidad, es decir, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

El bautismo bíblico es por inmersión. Así está visto en los hechos y ceremonias simbólicas del Antiguo Testamento, y confirmado en el Nuevo Testamento, por ser la inmersión, la fórmula usada por Juan el Bautista, por Jesús y por los Apóstoles.

Ungido con el Santo Crisma –palabra que viene de Cristo, que significa ungido por el Espíritu Santo– se expresa que el Bautismo ha hecho a la persona un nuevo cristiano. Recibir a Cristo es, en cierto modo, “hacerse como Cristo”, “configurarse con Cristo”.

Tal como ya estamos acostumbrados, la Iglesia Católica, como cualquier otra religión, se basa en unos símbolos a los que dan unos significados y valores especiales, absolutamente falsos pero muy reales para los creyentes. Vemos que la palabra bautismo significa simplemente lavar que es sinónimo de expurgar, depurar, limpiar, purgar, acendrar.

La inmersión en agua se practicaba para la purificación legal. Los esenios practicaban este tipo de ablución purificadora que, para ellos, era también moral, como han podido demostrar sus piscinas rituales en Qumram. Juan el Bautista asumió este rito dándole el sentido de medio para la conversión.

Prosélitos judíos (gentiles que deseaban convertirse al judaísmo) también tenían una forma de bautismo. Ellos públicamente se lavaban como un rito de iniciación, y para demostrar que se estaban uniendo a una nueva religión y nación.

La palabra “abluciones” es un sustantivo femenino que significa “acción de lavar” o “inmersión en agua”, por tanto equivalente a bautismo, y es un ritual de purificación por medio del agua, común en numerosos cultos y religiones de todo el mundo.

¿Cuál es el significado de purificación? Quitar de algo lo que le es extraño, dejándolo en el ser y perfección que debe tener según su calidad.

Purificación espiritual es el proceso de limpieza del alma, que busca ayudar a la persona a convertirse en más consciente de sí misma y de su relación con el mundo a su alrededor.


Vemos como las religiones se apropian de palabras comunes que se refieren, en este caso, a la limpieza, tales como ablución y purificación, para asimilarlo a eso que ellos llaman alma o espíritu, aunque no saben lo que es, pues se trata de uno de sus inventos; se le dan atribuciones diversas y llegamos al absurdo y a lo inverosímil, al querer hacer creer que ese alma se limpia cuando limpiamos el cuerpo con agua, aunque esa agua sea bendita, cosa que se obtiene mediante un ritual que consiste simplemente en pronunciar unas palabras mientras se realizan unos signos en el aire, con las manos, como un acto mágico, aunque luego dice la Iglesia estar en contra de la magia. Como vemos todo muy incoherente.

Varias religiones sostienen que el bautizo es válido con la inmersión completa del cuerpo en el agua, como lo hizo Jesús.

Se practicaba desde diversas culturas como la egipcia, los pueblos mayas y hasta los primeros judíos.

En la actualidad el bautismo o bautizo es uno de los sacramentos más importantes del cristianismo. Sin embargo, esta tradición tiene una larga historia que, si bien es común en distintas culturas y religiones, posee diferencias y particularidades.

Este acto se inició mucho antes del nacimiento de Cristo, pues se celebraba entre los pueblos de la antigüedad como una fiesta pagana, es decir, una fiesta dedicada a otros dioses diferentes de Yahvé/Jehová. Se considera que comenzó a practicarse en Egipto como preámbulo al culto de la diosa Isis.

En la América Latina, el ritual del bautizo fue uno de los primeros aspectos que las poblaciones indígenas adoptaron del cristianismo, pero ha sido difícil medir el grado de incorporación del rito cristiano a las prácticas de estos pueblos.

El estudio señala que entre los mayas también se practicaba con el nombre de ‘Hetzmek’, y para ellos el sentido de esta costumbre era el de alejar el mal. Se hacía pasado los 3 años de edad. “Resulta curioso el hecho de que los indígenas tenían un nombre para el niño antes de ser bautizado y otro después de serlo, aunque este segundo era el mismo que el de sus padres”.

Quien oficiaba la ceremonia decidía el oficio al que se dedicaría ese niño. En la actualidad, todavía entre los mayas se practica este ritual que, si bien se ha ido mezclando con el bautizo católico, conserva tradiciones propias y muy curiosas, como el hecho de que los padrinos den cuatro pañales al niño para que en el caso de que fallezca, le sirvan de alas para volar al cielo.

Los primeros judíos realizaban el bautismo también como una forma de iniciación, de ahí que los católicos tomaran este sacramento como propio. Aunque en un principio, este acto católico era exclusivo de los adultos, y se hacía por inmersión, simbolizando el morir y el resucitar en una nueva vida.

Como vamos viendo cada cual le puede dar el significado que quiera al simple hecho de lavarse o mojarse.

Este tipo de bautismo es el que mantienen los “evangelistas”, para quienes la figura de los padrinos no existe, puesto que al practicarse entre personas que eligen libremente esta fe, son ellas mismas las que se comprometen a seguirla.

Es por eso que en la actualidad las distintas religiones acostumbran a practicar el bautismo, diferenciándose principalmente en si lo practican sobre recién nacidos o sobre adultos, o al menos, jóvenes con capacidad de entendimiento.

En la página web oficial de los Testigos de Jehová (www.jw.org) se especifica que en la Biblia no aparece la idea del bautismo de bebés. “Algunas religiones realizan una ceremonia en la que se “bautiza” a los bebés, salpicándoles o derramándoles agua en la cabeza, y se les pone nombre. Pero el bautismo cristiano es para los que tienen la edad suficiente para entender “las buenas nuevas del Reino de Dios” y creer en lo que aprende (Hechos 8:12). Estas personas deben escuchar la palabra de Dios, aceptarla y arrepentirse, cosas que un bebé no puede hacer (Hechos 2:22, 38, 41)”.

La verdad es que este punto de vista es más coherente que el de la Iglesia Católica, pero sin duda el procedimiento de que nada más nacer ya se te “engancha” como católico es más seguro para tener más fieles.

En cuanto a los mormones, al igual que los evangelistas y otras tantas religiones confieren este sacramento a los adultos. La Iglesia Adventista del Séptimo Día tampoco lo practica con niños.

Los budistas no bautizan a sus hijos, pues consideran que al nacer en una familia budista, no lo necesitan.

En el Islam no existe este sacramento; en su lugar, cuando nace un niño, un familiar le recita frases del Corán al oído, ya que consideran que todo aquel que nace, lo hace con la fe islámica.

Tampoco existe en el Hinduismo, ellos creen en la reencarnación. Así, el niño no es un ser nuevo, y conforme vaya reencarnándose irá alcanzando la perfección.

Los evangelios relatan que Jesús fue bautizado en el río Jordán, a sus 30 años, por Juan Bautista, sumergiendo su cuerpo en el agua. Es por eso que varias religiones consideran que esa es la única manera de llevar a cabo este ritual.

El catolicismo defiende esta manera de ‘purificación’, pues se debe a una ‘regeneración’ y ‘redención’ cumplida por el derramamiento de la sangre de Cristo en la cruz, dicen. Es decir, que replican lo hecho por el Espíritu Santo, quien estuvo sobre la cabeza de los discípulos.

Por si no eran suficientes los significados añadidos al bautismo, a lavarse/mojarse el cuerpo, o solo la cabeza, ahora se le añaden más, “la redención de la sangre de Cristo”.

Desde 2009, existen en España los bautismos civiles, en los cuales están ausentes los rituales cristianos, y se los ha llamado ‘Ceremonia de imposición de nombre’ o ‘Acto de bienvenida a la comunidad’. En estos actos se inscribe el nombre del bebé en un libro y se lee la Carta Europea de los Derechos del Niño y algunos poemas.

Tiene su origen en la Revolución Francesa y se trata de una alternativa en la que los padres con hijos de hasta seis años se comprometen a defender los derechos de los niños.

Actualmente entre los judíos solo se bautizan a los varones. Esto no me extraña nada pues si ya en el origen, Yahvé/Jehová define a Eva como pecadora y que debe estar sometida al varón, es lógico que consideren que la mujer no tiene alma y por tanto no tiene nada que purificar.

Ya sabéis que yo respeto todas las creencias y que solo pretendo hacer saber cual es el origen de las creencias y así sepáis cuando y donde empieza la gran mentira.


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