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lunes, 10 de febrero de 2025

INCONGRUENCIAS DE LA BIBLIA 7 HENOC

 



La Iglesia vive del sentido de culpa de sus seguidores y por eso se inventa un dios que es Padre en una combinación de protector y castigador, de bondad y severidad, de amor y de odio. La Iglesia crea un dios a imagen y semejanza de los humanos, con todas sus virtudes y esconde sus defectos pero basta con leer la Biblia para poder comprobar como mata humanos por desobedecer sus órdenes, mandatos o leyes, o simplemente porque ciertos humanos adoran a otros dioses en vez de a él, es decir, que es envidioso, celoso y absolutista. Todo esto es absurdo pues nada más lejos de la realidad, ese dios no existe. Si el Creador del Universo tuviera sentimientos como los humanos el Universo no podría funcionar como un reloj, con tanta exactitud, pues cuando estuviera de buen humor todo iría perfecto pero cuando se enfadase solo habría hecatombes, como nos sucede a los humanos. Tampoco está pendiente de nosotros, vigilante, para premiar o castigar, ya nos castigamos nosotros.  Dios es la energía del Universo, es el propio Universo, la Naturaleza con sus leyes y su programa que va ordenando lo que ha de ocurrir en cada lugar y dependiendo de las circunstancias, de lo que hay.

 Henoc es uno de los personajes más extraños de la Biblia y del que se dice poco pero lo que se dice parece inexplicable.

En el capítulo 5 del Génesis se dice:

21 Era Henoc de sesenta y cinco años cuando engendró a Matusalén.

22 Anduvo Henoc en la presencia de Dios, después de engendrar a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas.

23 Fueron todos los días de la vida de Henoc trescientos sesenta y cinco años,

24 y anduvo constantemente en la presencia de Yahvé, y desapareció, pues se lo llevó Dios.

 

Resulta chocante a primera vista que entre los diferentes patriarcas cuya longevidad supone tener entre más de 800 o más de 900 años y resulta que Henoc solo llega a tener 365 hasta que se lo lleva Dios. Pero ¿Qué significa en realidad “pues se lo llevó Dios?

Aunque aún no he leído los libros de Henoc, los tengo en formato “epub”, se por otras lecturas y programas de TV que narra su subida a una nave espacial con Yahveh dando una vuelta por la estratosfera y vuelve a tierra, aprovechando para escribir su testimonio de lo que ve y como lo ve, o mejor como lo entiende, pues un pastor que era Henoc no tenía conocimiento ni vocabulario para explicar lo que veía. Después de escribir “sus memorias” Yahveh se lo vuelve a llevar y ya no volvió jamás.

Este libro que en buena lógica debería estar entre los libros de la Biblia, la Iglesia lo consideró “apócrifo” y no lo incluyó. Está claro que no le interesó porque tendría más preguntas que respuestas con este texto.

Los Libros de Henoc y otros escritos similares son considerados apócrifos o pseudoepígrafos, dos términos que pueden resultar confusos para el lector.

El término apócrifo, que en griego significa 'lejos, oculto, secreto o escondido' y en latín medieval 'secreto', se utiliza para hacer referencia a algunas colecciones de textos y escritos religiosos sagrados surgidos en contextos judíos o cristianos y que no forman parte de los cánones oficiales. Con este término se designa a una serie de libros que las Iglesias cristianas de los primeros siglos no reconocieron como parte de las Sagradas Escrituras, pero que se presentan con nombres o características que los hacen aparecer como si fueran libros canónicos. Algunos han sugerido que los libros estaban «ocultos» al uso común porque contenían conocimientos demasiado profundos para ser comunicados a nadie excepto a los iniciados. Otros han sugerido que dichos libros estaban ocultos debido a su enseñanza herética; y otros creen que estos libros fueron deliberadamente excluidos del canon oficial porque la información que contienen es demasiado reveladora.

 

Cuando me lea los textos completos ya escribiré algún comentario sobre el mismo.

 

 

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