Esta fantástica obra fue pintada por Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828)
en 1814.
Sus dimensiones son 2,68 m x 3,47 m , cuyo período fue el Romanticismo, aunque la pintura de Goya se encarna en el Barroco tardío. Es una obra histórica basada en las cosas que vio de la guerra napoleónica como su serie de grabados LOS DESASTRES DE LA GUERRA. Esta obra se guarda y disfruta en el Museo Nacional del Prado.
He seleccionado una serie de detalles ordenados de manera que comienzo por la parte superior izquierda bajando, luego en el centro y posteriormente en la parte derecha bajando.
Podéis observar que lo que a distancia se ve fotográfico visto de cerca es una pintura muy suelta con una técnica de fuertes empastes y de pincel seco fundamentalmente.
El dibujo es vigoroso aunque luego la manera de resolver parece como abocetado con pincelada valiente. Si nos fijamos en las manos veremos que están muy simplificadas contorneando el dibujo con el pincel y luego unos toques empastados con el mínimo de pinceladas pero con un perfecto control de la luz para que al alejarse un poco del lienzo se pueda ver un volumen perfecto. Los rostros son muy expresivos entre el miedo, estupor, asombro, desconcierto, desesperación…y no solo hablan los rostros, también hablan las manos.
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