La Última Cena es un fresco de Cosimo Rossell y colaboradores, incluido Biagio d'Antonio, realizado entre 1481 y 1482 y que forma parte de la decoración del registro medio de la Capilla Sixtina en el Vaticano.
En cuanto a las obras de Cosimo Rosselli, Vasari relata cómo sufrieron el sarcasmo de los otros maestros por su debilidad en el dibujo: él era, de hecho, el menos dotado entre esas fuertes personalidades artísticas. Rosselli, sin embargo, consciente de sus límites pero también inteligente, había acentuado el uso de colores fuertes y brillantes y de reflejos dorados que reverberaban sobre todo a la luz de las velas. Esto fue particularmente agradable para el Papa, quien, entendiendo poco de arte, evidentemente prefirió lo llamativo a lo bello, otorgándole una mayor recompensa material sobre el resto de artistas.
La escena es parte de las Historias de Jesús y, como otras del ciclo, muestra varios episodios a la vez. La inscripción en el friso dice: REPLICATIO LEGIS EVANGELICAE A CHRISTO (Repetición de la ley evangélica por Cristo). El cenáculo está situado en una exedra semicircular, donde se puede ver la mesa de herradura con Jesús en el centro y los apóstoles a los lados. Judas, como de costumbre, está representado al otro lado de la mesa de espaldas, una posición normalmente reservada para las figuras negativas, y la escena doméstica de pelea del perro y el gato acentúan más esta connotación negativa. La escena muestra el momento inmediatamente posterior al anuncio de Jesús de la traición de uno de los apóstoles, que genera algunas reacciones, en realidad muy contenidas y apenas expresivas, como tocarse el pecho para preguntarse si la traición es causada por ellos mismos.
El hecho de que la mesa se mantenga libre de toda vajilla y comida a excepción de un solo cáliz delante de Cristo indica la intención de alejar del espectador la idea de un banquete normal, mientras que en primer plano hay vajilla dorada y plateada, un pequeño bodegón derivado del ejemplo del arte flamenco, muy en boga en la Florencia de la época . A ambos lados de la escena hay dos pares de espectadores de la época, ricamente vestidos con sus ropas modernas. Frente a uno de ellos, a la izquierda, hay también un pequeño perro que se levanta sobre sus pequeñas patas como para pedir comida, este animal es retratado también en la pintura del Paso del Mar Rojo.
En las ventanas de la parte posterior hay representados tres episodios de la Pasión: la Oración en el jardín, la captura de Cristo y la Crucifixión. Se trata de escenas atribuidas por algunos a Biagio d'Antonio, y que más que en el paisaje, que en cualquier caso está integrado entre escena y escena, aparecen como pinturas en el cuadro. Unos años más tarde, Perugino retomó la idea en la Última Cena en Fuligno, eligiendo sin embargo una sola escena que se desarrolla a lo lejos, en el paisaje.
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