domingo, 2 de mayo de 2021

EL JARDÍN DE LAS DELICIAS 7 El Bosco

 




El edificio delantero de la izquierda es de piedra rosa. Tiene dos columnas o monolitos a la entrada de forma cónica en cuyas cúspides aparecen unos faroles de forma esférica culminados con una especie de campana. Un tubo transparente como de cristal atraviesa los dos monolitos/columnas en horizontal y el de la izquierda, además, es atravesado por otro tubo semejante al anterior de forma oblicua. Encima del tubo horizontal hay un hombre con las piernas flexionadas que parece está buscando la forma de acceder a algo que hay detrás. Sobre estas columnas se apoya un doble tablero de piedra en posición inclinada vertiendo hacia dentro sobre cuyo borde se asientan dos personas y otra apoya los codos mirando al exterior. Por la parte superior se vislumbra una planicie o piso con reborde semejante a un nido, sobre el cual se apoya la parte superior del edificio formada por un tablero redondo que se apoya en un tubo de cristal vertical, formando así una especie de mesa, sobre la cual hay un tubo rosa en horizontal y entrando una persona a la que le vemos solo el culo y las piernas, por encima del tubo aparece otra persona que parece le empuja el culo. Cubriendo dicha mesa se ve una especie de hoja enorme que hace de tejado, sobre ella vemos un círculo de cuyo centro sale una especie de cuerno y sobre él hay tres hombres trepando en fila. Este conjunto queda culminado por una esfera llena de pinchos, recordando una fresa aunque esférica. Esta tiene una especie de boca en la cual penetra una forma semejante a una zanahoria semitransparente y llena de pinchos y que sale por la parte superior semejando una cabeza esférica, como si le entrara un biberón por la boca y le sale por la tapa de los sesos. A su vez sale un árbol. La forma de zanahoria se alarga más de 15 metros y adelgaza trazando una curva. Un hombre trepa por ella por la parte vertical y cuando la curva se pone horizontal otro hombre permanece de pie haciendo equilibrio. De la misma pende una cuerda a cuyo final hay una esfera rosa, posiblemente una fruta que quiere alcanzar un brazo que sale de detrás de la esfera. A poca distancia de la parte inferior de la zanahoria se apoya otra forma semejante en vertical que culmina en una semiesfera con lo que se parece a un hongo. Sobre este hongo un hombre está sentado de espaldas al espectador y sobre su cabeza se apoya la cabeza de otro hombre que está en posición invertida en vertical como haciendo el pino.

Sin duda que este tipo de ejercicios o juegos es propio de ciertos humanos que disfrutan haciendo ejercicios físicos arriesgados y aquí aprovechan estos originales edificios.

Sin duda otro de los sueños de los humanos, como ya digimos, ha sido y sigue siendo volar, ya Leonardo da Vinci hizo varios inventos para conseguirlo pero El Bosco prefiere pintar los diferentes métodos que se le ocurren.

A la izquierda, arriba en el cielo, flota un hombre subido a un dragón alado, el cual ha cogido con sus garras un oso y el hombre lleva un árbol cogido por el tronco en el cual permanece un pajarraco rojo. A la derecha de la parte superior de este edificio, en el cielo vuela un pez y en su lomo se mantiene un tritón vestido como los guerreros del medievo con armadura, en la mano izquierda enarbola una lanza a cuyo extremo lleva atada una cuerda o cadena con una bola roja; con la mano derecha se sujeta su cola de pez.

Por la parte inferior del edificio salen a caballo un montón de hombres como si fuera un ejército. Una parte del edificio se apoya en la zona de agua y la otra en la de tierra. Detrás del edificio, por el río discurre un ejército de tritones con armadura y algunos llevan esas bolas rojas. Detrás a la izquierda, vemos asomar otro ejército semejante de tritones con bolas azules.

Este tipo de ejército de las aguas que protege a los humanos y que hasta vuelan llevando las frutas que anhelan, lo interpreto como un sueño más de los humanos en que el ejército, en vez de servir para matar y destruir, pudiera servir para protegerlos y suministrarles los frutos.



Las frutas rojas, también denominadas frutas del bosque, son un grupo de frutas caracterizadas precisamente por la presencia de dicho color en su piel o en su interior. Esta variedad cromática, sinónimo de pasión, les confiere una serie de características y cualidades verdaderamente irresistibles, asociadas a la presencia de diversas sustancias que propician la prevención cardiovascular y el antienvejecimiento, como son los flavonoides, los antocianos y los compuestos antioxidantes en general.

La presencia de estas frutas en la dieta hace que llegue a nuestro organismo una cascada de sustancias beneficiosas sin que tengamos que renunciar a los sabores dulces o a los colores intensos y alegres que decoran nuestros platos, y hacen el menú diario más apetecible.

Las frutas rojas son, principalmente, bayas. La mayoría pertenecen a la familia de las Rosáceas. Algunas tienen multitud de variedades como la mora o la fresa. Otra peculiaridad en esta clasificación se debe al hecho de que algunos de estos frutos son principalmente silvestres, por ejemplo, la mora, la frambuesa o la endrina.

Dentro del grupo de frutas rojas o frutas del bosque podemos incluir: arándanos, endrinas o arañones, frambuesas, fresas, fresones, cerezas, madroños, grosellas, y moras.

Las frutas azules o moradas son: uvas negras, blueberries (arándanos), blackberries (familia de las moras), elderberries, guindones o ciruelas pasa, higos frescos y secos, uvas moradas, pasas.

Las frutas y los vegetales azules y morados contienen poderosos fitoquímicos. Los fitoquimicos son sustancias que protegen al cuerpo de enfermedades peligrosas y se encuentran únicamente en las plantas.

Dos de los fitoquímicos más importantes que contienen las frutas y los vegetales azules y morados son: Anticianina y Fenólicos.

La Anticianina es además un pigmento natural y les ofrece a estas frutas y vegetales sus tan atractivos colores azules y morados.

Los Fenólicos son compuestos quimicos que tambien influyen en el color de estos alimentos y sobre todo en su sabor; se encuentran en la piel, pulpa y semillas de las uvas entre otros alimentos.

Tanto la Anticianina como los Fenólicos ayudan a prevenir el cáncer y las enfermedades al corazón; ayudan también a la memoria, al tracto urinario y, a retrasar el proceso de envejecimiento.

Las uvas negras contienen además Resveratrol un antioxidante que tiene la capacidad de seleccionar las células cancerígenas y destruirlas.

Las frutas y los vegetales azules y morados contienen además vitaminas y minerales fundamentales para nuestra buena salud.

Vemos que estos colores, rojo/rosas y azules corresponden también a los edificios como si en su interior hubiera unas influencias semejantes a las frutas de estos colores y por ello los humanos están ahí.

Por extraño que nos parezca en aquella época había buen conocimiento sobre los efectos medicinales de muchas plantas aunque este conocimiento estaba en posesión de monjes y brujos, sociedades secretas, etc. y El Bosco era una persona muy instruida y se sospecha que pertenecía a la Escuela Platónica como Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci, Rafael, Botticelli…

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