domingo, 30 de mayo de 2021

EL JARDÍN DE LAS DELICIAS 31 El Bosco

 





Los instrumentos musicales, como el laúd, la zanfoña o el arpa, actúan como aparatos de tortura, pero vemos gente aprisionada en ellos por tanto no pueden librarse de los instrumentos. Es una de las formas que la élite tiene para alienarnos, la música, utilizándola en todos los actos y representaciones de todo tipo en las iglesias o templos, en el ejército, especialmente en sus desfiles y hasta en la guerra, y en las altas ceremonias de todo tipo que ejecuta el estado, aprovechando la influencia en la psiquis de las piezas musicales de los gobernados. Daos cuenta que es lo que más triunfa en nuestro mundo, tenemos música que acompaña a las películas de cine y grabaciones de todo tipo, programas de radio y televisión, en ciertas clínicas y establecimientos, en los aviones al despegar y aterrizar y la tenemos en casa con las nuevas tecnologías y especialmente subyuga a los jóvenes, siendo alienados totalmente junto con el baile. Por tanto es un medio de dominio de la gente que utilizan hábilmente en la publicidad por radio y por televisión.



“La música es la única de todas las artes que ha colaborado en la exterminación de los judíos organizada por los alemanes desde 1933 a 1945. La única que fue requerida como tal por la administración de los Konzentrationlager. Hay que subrayar, en detrimento de este arte, que fue el único que pudo acomodarse a la organización de los campos, al hambre, a la indigencia, al trabajo, al dolor, a la humillación y a la muerte”. Esto decía Simon Laks que nació el 1 de noviembre de 1901 en Varsovia. Era pianista, violinista, compositor, director de orquesta. Fue detenido en París en 1941. Estuvo internado en Beaune, en Dracy, en Auschwitz, en Kaufering, en Dachau. El 3 de mayo de 1945 fue liberado. El 18 de mayo estaba en París. Deseaba evocar la memoria y el sufrimiento de aquellos que habían sido aniquilados en los campos, pero también quería meditar sobre el papel que había cumplido la música en el exterminio pues él dirigía una orquesta que tocaba cuando ejecutaban a los judíos en las cámaras de gas.

Tenemos un laúd, en cuanto a la caja del instrumento con el clavijero doblado, pero en cuanto a las cuerdas debería ser una mandolina, pues el laúd lleva seis cuerdas dobles y la mandolina lleva cuatro cuerdas dobles, aquí vemos cuatro cuerdas sencillas, probablemente para facilitarse el trabajo, atravesada por un arpa y al lado una zanfoña, luego un bombo o tambor, una chirimía y una flauta de tres agujeros en el ano de un hombre. Menos visibles hay una trompeta bastarda y una trompa curva. Menos visible aún tenemos un lituus y un cuerno animal que lleva el conejo cazador y un tema musical escrito sobre un tetragrama sobre un libro y continúa sobre el culo de un hombre.

Comenzando por el laúd, con un tamaño equivalente a tres hombres, vemos atado a un hombre en el mástil y con la cabeza inclinada que parece ha perdido el conocimiento. Una especie de serpiente negra pero con dos patas o es un dragón, envuelve el mástil y acerca su cabeza a la del hombre. Un ser negro con sombreo blanco alarga los brazos como para bajarlo, detrás se ven muchas cabezas de hombres. En la parte inferior del instrumento vemos a un hombre aplastado por el laúd y un libro de música sobre el cual hay escrita una partitura en tetragramas antiguos. A su lado, un personaje no identificable parece le sujeta el brazo extendido. Más arriba vemos una lanza que lleva una especie de antorcha con forma de tortuga.

Un arpa se clava en el laúd por la zona de la boca y, curiosamente, no vemos las cuerdas del laúd rotas sino que en la boca no están pintadas las cuerdas, un error tonto y simple, pues cuando se rompen las cuerdas de un instrumento adoptan cualquier posición menos rectas. El arpa también es enrollada por un ofidio en el lado izquierdo, pero lo más insólito es que vemos a un hombre trabado y atravesado por las cuerdas de la misma. Abajo a la derecha, un extraño ser con cabeza y fauces de culebra y del tamaño superior a un hombre, vestido de chambelán de color rosa, está sentado y saca una larga y fina lengua, con la cual parece señalar en el tetragrama del tema musical escrito, en el culo de un hombre, que está boca abajo sobre el libro de música pero el laúd oculta medio cuerpo. El personaje debe estar cantando y dirigiendo el coro de hombres que vemos al fondo que también cantan.

Pegada al arpa vemos una zanfoña con su manubrio arriba que maneja un hombre con su mano derecha mientras sujeta en su izquierda un cuenco que probablemente contiene el aceite que se usa para lubricar el eje de la zanfoña. Detrás hay un hombre gris encorvado con una barra larga y un huevo sobre su espalda. Cabe suponer que llevar un huevo gigante sobre la espalada encorvada es un duro castigo, pero no sé con que relacionarlo, ni que tiene que ver con la zanfoña. A mitad de camino de la zanfoña, vemos una mujer atrapada con un pañuelo blanco a la cabeza, tocando el triángulo.

Vemos salir de abajo una chirimía gigante, tanto como para que quepa un humano dentro de ella que intenta salir por la campana de la misma mientras sale humo. No parece proporcional el humano de la campana pero es un error de cálculo. La chirimía es soportada por un hombre en su espalda mientras un ser parecido a un hombre y con un gorro blanco con una banderita con la media luna, hincha sus carrillos soplando en el instrumento. El hombre que soporta el instrumento en su espalda, lleva clavada una flauta en su ano. Cabe suponer que la toca a base de pedos. El final de la flauta está dirigido a una cabeza que se ve en el interior del bombo o tambor que toca o golpea otro ser nauseabundo verdoso-amarillo con cabeza de chacal. Un hombre con los brazos en cruz y desvanecido lo sujetan unas manos de color azul no humanas, no siendo visible su cuerpo que debe estar detrás de este hombre. En este grupo los hombres se llevan las manos a las orejas porque no soportan el sonido de la música especialmente el más cercano que tiene encima de la cabeza una trompa curva sonando aunque no vemos quien le toca. En el suelo vemos una trompeta bastarda. Sin duda esto es una metáfora de como nos manejan a través de la música.

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