INCONGRUENCIAS DE LA BIBLIA 4 EL PECADO ORIGINAL

 

En GÉNESIS 2 se dice: 1La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el Señor había hecho, así que le preguntó a la mujer: ¿Es verdad que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín?
2Podemos comer del fruto de todos los árboles respondió la mujer.
3Pero, en cuanto al fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: No coman de ese árbol, ni lo toquen; de lo contrario, morirán.

Como símbolo está bien elegido, pues un árbol tiene muchas ramas tal como sucede con el conocimiento, así mismo los árboles tienen hojas y los libros también, una rama concreta del conocimiento tiene elementos o conceptos más pequeños de los que se compone esa rama.

Alimentarse del conocimiento nunca puede ser algo malo, algo negativo salvo que Yahveh no quisiera que adquirieran ciertos conocimientos, tal como sucede hoy con la enseñanza pública donde hay materias que no enseñan porque no conviene a los gobiernos o a la élite, y sin embargo se adoctrina en determinadas materias para programar a los niños y a los jóvenes con una visión del mundo falsa.

Con lo que narran los textos sumerios se deduce que lo que sucedió realmente es que Yahveh/Jehová/Enlil no quería que Adán y Eva tuvieran demasiada inteligencia pues solo aceptaba que fueran esclavos absolutos para trabajar y que no tuvieran inteligencia para plantear problemas. En cambio el creador de los humanos, su hermano Enki, consideraba que debían tener el máximo de inteligencia posible.


13Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.

Como se ve aquí en ningún momento se nombra al diablo, demonio o Belcebú sino simplemente a una serpiente sin nombre.


16A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; desearás a tu marido, y él te dominará.

Este dios era bastante machista y hace que Adán la someta a su voluntad. Al expulsar del Edén a Eva no tendrá acceso a los cuidados médicos que se les dispensaba en el Edén y por tanto tendrá que hacerlo sola y sin anestesia.


Hay que decir que como se puede ver a lo largo de la Biblia Yahveh/Jehová/Enlil era un ser muy colérico que se enfadaba por cualquier cosa y si el daba una orden y no se le obedecía, era capaz hasta de matar.

Es evidente que para asustarlos el propio “dios” les mintió, tal como hace la Iglesia con sus fieles buscando su obediencia, pues no murieron al comer del fruto. De tal palo tal astilla.

22Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.

Aquí lo dice muy claro que no quería que los humanos fueran como uno de ellos, de los anunnakis, y sobre todo no quería que los humanos tuviesen la alargada longevidad que ellos poseían, por ello se cabreó de tal manera que inmediatamente los echó del Edén.

23Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.

Este versículo lo dice con claridad “para que labrase la tierra de que fue tomado” lo que está diciendo que lo largaron a la zona de donde cogieron a los primates con los cuales experimentaron para crear a los humanos.

24Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.

Es decir montó un servicio de vigilancia con subalternos como policías para evitar que Adán y Eva volvieran a entrar y contaban con un potente proyector de luz que se movía en todas direcciones para poder verlos en la noches si se acercaban por allí.

Como luego la Iglesia ha utilizado todo esto para inventar el tema de “el pecado original” tiene bemoles, haciéndonos creer que este pecado es hereditario de manera genética y que se ha transmitido a la descendencia de toda la humanidad, no solo a la cristiana. Pero curiosamente luego basta con bautizarse, es decir, con echarte un chorreón de agua por encima de la cabeza y automáticamente se borra el “pecado original”. Claro que el agua está bendita y produce milagros porque si no, es difícil explicarse como un problema genético se elimina mediante un chorreón de agua en la cabeza.

Pero el tema de que sea así de fácil de eliminar es gracias a que Jesucristo murió en la cruz para salvar al género humano de dicho pecado.

Qué padre más canalla hay que ser para no perdonar a los humanos de una falta que no han cometido sino que fueron los primeros padres y pasadas miles de generaciones, no lo ha olvidado y para resarcirse de esa ofensa manda a su propio hijo a la muerte y gracias a esa muerte ya se puede utilizar el bautismo para liberar a los humanos de esa culpa en vez de ser el mismo dios quien sea misericordioso y perdone a los humanos.

Cuando algo se transmite de generación en generación es porque se graba en el ADN, y lo que está ahí grabado no se puede borrar con unos chorreones de agua en la cabeza, ni con un baño sumergiéndote en agua.

Como se ve hay que echarle mucha imaginación para maquinar semejante historia truculenta y tener a los cristianos sometidos a una serie de ritos y parafernalias. Sin embargo todos los que no reciban el bautismo se irán a los infiernos sin perdón alguno hagan lo que hagan. En fin, como se ve todo muy absurdo.

Cuando la primera expedición de los Anunnaki llegaron a la Tierra, amerizan en los pantanos y al día siguiente en tierra firme decidieron crear casas habitables para ellos en lo cual tardaron seis días y al séptimo descansaron y vieron que era bueno lo que habían hecho. Esta es la misma forma en que se narra la creación, dividiéndola en 7 días y que al séptimo descansan los Elohim, lo cual indica claramente de donde copiaron los escribas de la Biblia. A este campamento le llamaron Eridú.

Y luego continúa: Al día siguiente comenzó el trabajo de extraer de las aguas del pantano el oro. Sacaron cobre, hierro y poco oro.

Luego llegan a la conclusión de que deben crear otro campamento no muy lejos de Eridú al que llamarán Edin (Morada de los Rectos); este es el Edén bíblico.