Abajo en el suelo, dos extraños perros atacan a un hombre tumbado en el suelo boca arriba. El perro de la derecha lleva coraza metálica y a modo de sombrero un plato con un pincho largo en el centro. El otro perro parece tener una piel metalizada así como el rabo que se asemeja a los tentáculos de los pulpos. El hombre podría ser otro cazador y los perros depender del conejo cazador.
En el rincón inferior derecho de la tabla y formando un triángulo vemos una extraña escena. En el suelo vemos un extraño ser con una pierna casi humana con el muslo blanco, en el que lleva clavada una flecha, pero la antepierna casi negra y los dedos con uñas como garras. Del cuerpo solo vemos una coraza o armadura y un yelmo con celada a través de la cual se ve como una cabeza de ave y un pico negro como de cigüeña que lo saca a través de la rejilla. En el pico cuelga un tuvo que debía contener una pluma de ave para escribir y un tintero. En la parte superior del yelmo sale como un pincho con cierta curvatura y con espinas, del cual cuelga un pie humano. A la derecha un hombre está sentado con un papel con algo escrito y una cerda con toquilla de monja le da la pluma de escribir. Detrás un hombre vestido con una túnica rosa sostiene una tarjeta lacrada con su mano izquierda y en la derecha sujeta como un sobre lacrado que lo apoya en su cabeza. En el hombro izquierdo lleva a modo de insignia un sapo negro que parece va a entrar en una especie de bolsillo.
El Bosco pinta el miembro extirpado como un recordatorio de una afección conocida como "fuego de San Antonio", una gangrena causada por comer pan infectado con moho negro. Esta enfermedad pudo haberla tenido el hombre, de la cual se curó y por ello el voto del pie de cera que lleva colgando el bicho. La monja representando a la Iglesia Católica intenta que el hombre firme su testamento en agradecimiento por su curación, para quedarse la Iglesia con la herencia. Detrás está el notario preparado para dar fe del testamento. El sapo se atribuye a personas no honradas. Otra versión dice que el tocado la cerda corresponde a una mujer rica que busca la herencia del hombre que está moribundo.
En 1950, un compuesto de hongos fue sintetizado para crear el LSD. Según el documental interactivo de Pieter van Huystee, "si le comprabas al panadero equivocado, se te pudrían las extremidades y comenzabas a tener alucinaciones, que llevaban finalmente a la locura".
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