Muchas veces una mujer quedaba embarazada y pretendía decir la misma frase de Eva cuando le nació Caín “He alcanzado de Yahvé un varón”. Cuando las mujeres, de pronto quedaban embarazadas por algún motivo no muy claro se los había alcanzado Yahvé. Si Eva podía, ¿por qué las demás no?
Se crearon entonces las figuras del súcubo, del íncubo y hasta de la súcuba: “los violadores espirituales pero demoníacos”. Hasta cinco penes tenían. Porque a veces nacían de orgías y varias mujeres habían quedado embarazadas la misma noche.
La cuestión es que había habido que crear leyes que los prohibían en la Mishnah. O sea, si tú habías sido copulada por alguien que no era humano, ese era indefectiblemente un violador espiritual y eso significaba, un demonio. Listo, sacaron el argumento por el resto de tu vida. Si tú dices que te había copulado alguien que no era humano era un demonio. Esos eran los únicos seres celestiales que podían violar a humanos. Y la Mishnah los prohibía. Por lo tanto por ley Mishnahica, María jamás podía haber dicho que fue fecundada por un ser etéreo. Por lo tanto la idea de que a María la fecundó un ser etéreo nunca pudo ser Judía, es cristiana.
De hecho, hasta el siglo IV no encontrará un solo libro en la historia de la humanidad que se le ocurra que María era virgen cuando parió a Cristo. Y en la Biblia misma Jesús jamás lo dice y María jamás lo dice. Y ni Pilatos, en pleno juicio, lo ubica. Y en el juicio hubiera sido suficiente para que los judíos condenaran a Jesús, si el pecado era que había sido fecundado por un ser celestial. Ninguno lo dice pero sí se dice explícitamente lo contrario.
Pablo, que trataba de hacer de Jesús un superhéroe en todo lo que pudiera porque se lo tenía que vender a gentiles en la epístola a los Romanos 1,3 dice literalmente, hablando de Jesús:
“Nacido de la simiente de David según la carne” la palabra que el texto usa en griego es “espermatus”. Nacido según el esperma de la carne de David. Nacido del espermatus de David. Más claro no se puede. En ningún lugar se le ocurre siquiera que fuera nacido de una virgen. Y ni a Pablo, que se le ocurrió todos los delirios necesarios para divinizar a Jesús.
Además, hagamos uso del porcentaje de lógica que también nos reservamos como derecho para investigar ¿No dice la Biblia que toda la familia dudaba de Jesús?
Así que aquellos que sigan creyendo que Jesús era/es Dios, porque se lo contaron desde pequeño, ya va siendo hora de que corrijan el error.
Marcos capítulo 3, versículo 20 al 22, dice: “No lo escuchen, está loco furioso”. Es la familia, y se lo dice al pueblo. Sumémoslo a que el pueblo a Jesús lo quiere tirar por un barranco.Ese barranco va a tener una clave enorme porque nos va a decir dónde había barrancos, dónde vivía él, adónde había nacido. Por lo que si tú vas hoy a Israel, te dicen “este es el monte de donde lo quisieron tirar”, cae de pie. Tiene un nombre que recuerda, según ellos, cuando lo arrojaron. Cae de pie, es un monte que es más o menos como subirme a la silla. Son los montes que hay donde se supone que vivía, pues no vivía ahí ni enseñaba ahí. Vivía en otro lugar y vamos a verlo con su historia.
Pero entre tanta locura, sigamos con la lógica. Sumemos ahora cuando Juan le manda discípulos a preguntarle “yo te bauticé, ¿eres tú el Mesías que esperábamos o tenemos que esperar a otro?”
Si nació de una virgen ¿Cómo van a tener tantas dudas, hasta los más cercanos?
La familia le dice no lo sigan, está loco furioso. El pueblo lo quiere tirar por el barranco. Juan le manda discípulos a preguntarle si no se equivocó.
Si nació de una virgen, si había tenido la Estrella de Belén, si los Reyes Magos siguieron una especie de sol GPS que los guiaba en el cielo, si la paloma en el cielo gritó mientras lo bautizaba Juan que “este es mi hijo en el que tengo mi complacencia”. Si todo en él había sido un show de efectos especiales sobrenaturales ¿Cómo todos, los más cercanos y los más lejanos, iban a tener tantas dudas?
¿La misma María a la que el Arcángel Gabriel le había dicho que en su vientre ya había una simiente siendo ella virgen de pronto se olvidó de Gabriel y junto al resto de la familia advierte al pueblo que “no lo escuchen, está loco furioso”?
El Párrafo en cuestión, es Mateo 1,22:
“Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que el Señor había anunciado por el profeta, que dice: 23 He aquí que una virgen concebirá y parirá un hijo”. La cita remite a Isaías 7,14
Donde no se habla de una virgen, sino que se habla de una joven “Almá”. La Profecía que tenían que cumplirse, para señalar al Mesías, era que “una almá da a luz”, esa es la palabra hebrea. Cuando Almá fue traducida al griego se la tradujo como “Parthenos”, en lugar de la palabra que hubiera correspondido que era la palabra “Neanis”. Parthenos y Neanis son dos palabras distintas en griego, y la palabra que corresponde a “Almá” es “Neanis” ¿Por qué? Porque Almá significa simplemente ”mujer joven, doncella”.
Pero por supuesto, cuando tienen que empezar a competir con los dioses de otras culturas, en las que había personajes tales como Osiris y Krishna que se decía que habían nacido de una virgen al traducir la Biblia al griego, aprovecharon que Pitágoras aparecía en la leyenda como hijo del dios Apolo y de una mujer mortal llamada Partenis –nombre proviene de Parthernos que significa “virgen” para poner a Cristo a esa misma altura, se dejó de lado “Neanis” –que hubiera sido la palabra correcta- y se usó parthenos. Y “La Joven María” pasó a ser “La Virgen María”, pero cuidado, porque “Parthenos” no fue elegida porque sí, al mismo tiempo que esconde la condición de María, muestra la condición del verdadero padre de Cristo, a tal punto que es casi un anagrama de su nombre.
¿Quién fue el padre de Cristo? ¿Quién la fecundó? Según la Biblia el Arcángel Gabriel. Y ya hemos ubicado que se trata de alguien Davídico, que traía cuestiones de otro lugar, pero con un grado mayor, que no era un simple soldado mensajero.
Hechos de los Apóstoles 19, 1-3:
“Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, 2 les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. 3 Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el Bautismo de Juan”
Combate a un golpe. Biblia común y canónica.
Dice claramente: los discípulos y Juan, no tenían la más mínima idea de las palabras Espíritu Santo. El único lugar donde está eso es en la Iglesia. Juan el Bautista no bautizaba en nombre de un Espíritu Santo que se supone había fecundado a María. Y de hecho en la Biblia dice que quien la fecundó fue el Arcángel Geberael.
Y habiendo exorcizado a los “Espíritus”, ahora sí podemos ser directos:
El Arcángel Geberael -es lo que se traduce como Arcángel Gabriel- Antes llegamos a introducir el significado: Geberael, era Héroe de Dios. ¿Y a quiénes consideraban Héroes los hebreos? A los zelotes. Los zelotes, que eran los “Celosos de Dios”, eran considerados los “Héroes de Dios”
Un Geberael fecundó a María. Un héroe de Dios fecundó a María. Y ni siquiera era un Héroe cualquiera, tenía cargo: Arcángel. Zelotes que, casualmente tenían sangre davídica. Que casualmente era la que podía fecundar a María.
Es un Héroe, tiene sangre davídica, tratan de ocultarlo como hacían con “Los Celosos de Dios”
El Padre de Jesús
¿Es Posible encontrar algún “candidato” Davídico, recontra puro, que haya sido importante y que efectivamente en el mismo tiempo de María podamos de algún modo encontrarlo en la ficha del rompecabezas? Lo que no es posible es no encontrarlo. Porque ese sí, que llamó la atención de todos los historiadores de la época. A Jesús lo nombran algunos sí y algunos no, o poco y nada. Pero a este lo nombran todos. Vamos a ver, antes de ir al nombre, algo sumamente interesante. María va a visitar a su prima Isabel, que era la madre de Juan el Bautista –eran de la misma familia, primos hermanos– cuando va a visitar a su prima, Isabel, la madre de Juan el Bautista, Isabel siente que dentro suyo Juan pega un brinco –lo cual sigue la línea de que el Aarónico tenía que anunciar al Davídico-. La diferencia de edades entre Jesús y Juan es de 6 meses. Por eso se calcula el nacimiento de Juan 6 meses antes del 25 de Diciembre, 25 de Junio -la noche del 24 al 25 de Junio-.
Ahora bien, más allá de las acomodaciones a las profecías y conveniencias varias hay que ver algo sumamente serio que se pone de manifiesto en esa escena del encuentro entre María e Isabel.
Está en el “Evangelio Armenio de La Infancia” 5,15:
“Y, cuando Isabel oyó la voz de María, su hijo saltó en su vientre. E Isabel, llena del Espíritu Santo, elevó la voz, y exclamó: Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tus entrañas. ¿De dónde que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, al llegar a mi oído tus palabras de saludo, mi hijo saltó en mi vientre. María, que tal oyó, levantó hacia el cielo sus ojos preñados de lágrimas, y dijo: Señor, ¿qué tengo yo, que todas las naciones me proclaman bienaventurada? ¿Por qué he sido puesta en evidencia entre todas las mujeres e hijas de los hebreos, y por qué mi nombre se hace célebre y famoso en todas las tribus de Israel? Y es que María había olvidado lo que el ángel le comunicara precedentemente”
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