viernes, 28 de octubre de 2022

LA OTRA HISTORIA DE CRISTO capítulo XIII






Bien, retomemos el lugar de nacimiento. Todo en la Biblia ubica que Jesús nació en Galilea; y eso era un serio problema, en tanto la Biblia pedía que tenía que ser en Belén. Y eso ya Jesús no lo podía variar. Si no había nacido en Belén, no había nacido en Belén.

Juan 7,41:
“Otros decían: Este es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo? 42 ¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén, de donde era David, ha de venir el Cristo? 43 Hubo entonces disensión entre la gente a causa de él”

Juan 7,52:
“Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta”

¿Qué se hizo entonces? Crear toda la confusión posible acerca de adónde nació.
“Nazareth” lo hacen figurar efectivamente como un lugar, como una supuesta provincia. El camino a Gamala donde está el lugar de nacimiento de Cristo, la Galilea en la que nace Cristo es un lugar alto, no tan alto como Gamala, pero alto.

Ese lugar está al lado de Betania y es el lugar en el que Cristo mejor se mueve en la Biblia. De hecho todas las noches trata de ir a dormir a Betania. La última cena es en Betania. Pero la gran epopeya de Jesús, por la Profecía, tenía que ser en Jerusalén. Es decir, conquistar Jerusalén era sinónimo de éxito, si él en Jerusalén no convencía, era sinónimo de que todo lo anterior pasaba a ser menor. Si en Jerusalén convencía, pasaba a ser importante lo que él hacía. Cuando él va a Jerusalén siempre lo nombran como que “baja” y cuando viaja desde ahí siempre le dicen “sube”. Había como un lugar alto al que iba. En ese lugar alto es en el que lo quieren tirar por el barranco. Cuando él estaba enseñando y lo quieren tirar por los barrancos, él estaba enseñando en el templo. El único lugar que tenía templo con barrancos por los cuales se lo podía haber tirado, era Galilea.

Si en cualquier lado lo querían tirar por los barrancos lo tenían que cargar unas dos horas para llegar al primer barranco.

Hay que entender que la Biblia tiene motivos para esconder y tratar de hacer equívoco donde nació, pero si hubiera nacido en Belén lo dirían abiertamente y de todos los modos posibles, porque era el cumplimiento de la Profecía. ¿Y cuántas veces dice la Biblia que Cristo nació en Belén? solamente dos veces.

De todos modos, el hecho de que no hubiera podido nacer en Belén, tenía un atenuante, que lograba amortizar su efecto –en los pocos que lo sabían- quedaba atenuado, por el hecho de que era imposible que vayan a Belén para que naciera, porque los romanos impedían los traslados de un lugar a otro lugar.

Y las otras Señales, eran tan poderosas y tan fuertes, que para los pocos que sabían el lugar de nacimiento de Jesús y además conocían la Profecía de Belén de Efrata, pasaba, en comparación, a ser una cuestión menor.

No olvidemos que desde hace siglos esperaban un varón mayor en la familia de David; y encima nació uno que no sólo era Davídico, sino que era Davídico y Aarónico. Empecemos por la primera que veníamos desarrollando. Una señal enorme, no porque los hebreos vieran demasiado hacia el cielo sino bastaba mirarlo mínimamente para advertir que algo pasó.
Pero por favor no te imagines las escenas de pesebre, con “La Estrella de Belén” como un cartel luminoso en el cielo y pastores caminando detrás.

Se trata de algo como cuando hoy día avisan que va a haber un fenómeno en el cielo, y tú tienes que saber a dónde mirar, a qué hora, cuántos grados sobre el horizonte si no ni te enteras.

Permítanme explicarlo: El fenómeno llamado como Estrella de Belén, que insisto ni fue Estrella y ni fue de Belén, fue parte de una conjunción que para los Esenios –los únicos que, como sacerdotes cumplían funciones de astrónomos- le decían al Sanedrín ”está pasando algo importante, acá está ocurriendo un fenómeno extraño” era un fenómeno indisimulable y encima formaba parte de cuatro fenómenos.

Quiero ser claro: Antes de que naciera Jesús, muy poco tiempo antes, sucedieron cuatro fenómenos en el cielo en la misma época. Cuatro fenómenos extraños en el cielo en la misma época. En el 11 antes de Cristo empieza lo primero, en el 11 antes de Cristo pasó el cometa que hoy llamamos Halley.

El cometa Halley pasó en el 11 antes de Cristo y para los esenios, que eran los que miraban el cielo de los hebreos, eso significaba “se viene algo importante”. En el 7 antes de Cristo sucede algo más importante todavía; una triple conjunción entre los dos planetas que representaban el destino de Roma y el destino de los hebreos, y ocurre en el planeta que representa a la nación Judía, en la constelación que representa a la nación Judía ¡y ocurre tres veces en un mismo año durante nueve meses, y eso significa parto! Nueve meses duraba la conjunción. Se iban a encontrar dos planetas. Tres veces en nueve meses. Y uno de ellos era Júpiter que representa a los romanos y el otro era Saturno que representa el destino de los hebreos, y la conjunción se iba a hacer en la constelación de Piscis que representa a la raza Judía -no olvidemos que a Cristo se lo menciona como el señor de los peces muchas veces-. Triple conjunción Júpiter Saturno. En ese año 7 ante de Cristo, encima fue uno de los censos. Y la Biblia dice que hubo un censo, cuando nació Cristo y que hubo algo raro en el cielo.

Estamos tratando de buscar en qué momento nació, localizando qué fue la Estrella de Belén. La Estrella de Belén en la Biblia, fue la marca del signo del nacimiento. Hubo cuatro posibilidades de fenómenos astronómicos. El que más conjunciones todo lo que la Biblia dice que había ocurrido, ese nos marca la fecha en que Cristo nació. Y hay uno solo que conjunciona todo:

Fenómeno celeste, censo en el mismo tiempo y Herodes en el poder – porque estaba en “los días del rey Herodes” dice la Biblia-.

Entonces tenemos, el Cometa Halley, 11 años antes de Cristo, no tuvo censo, no fue un año de censo pero marcaba que algo venía. La triple conjunción de la que ahora vamos a hablar, y en el 5 antes de Cristo hubo otro cometa que estuvo durante setenta días en la constelación de Capricornio –este no fue un fenómeno de los más importantes, pero en conjunción con todo lo demás, esto decía “acá está por empezar algo muy importante”-.
Además, en el 4 antes de Cristo, explota una nova en la constelación del Águila, que es la constelación del poder. De todo esto, la única que cumple todos los requisitos, es nada más y nada menos que la conjunción que pasa a ser el signo de la religión Hebreo-Cristiana de las dos por igual.

Y si digo de las dos por igual, es porque se trata de Eso: “La Bendición Papal”, se hace con los dedos índice y mayor estirados. Señores estáis viendo la constelación, el índice representa a Júpiter y el mayor representa a Saturno. Se encontraron, conjuncionaron Júpiter y Saturno y eso es lo que representa la bendición papal. Esta conjunción representa el nacimiento de Cristo, y es una constelación poderosísima. De muy Buena Suerte. Es exactamente lo mismo lo que se invoca al cruzar, precisamente, esos dos mismos dedos.
De ahí viene que eso , “cruzar los dedos”, es Buena Suerte: Quiere decir conjuncionan Júpiter y Saturno. Quiere decir, invoco a la conjunción de Júpiter y Saturno cuando hago esto. Esto, cruzar los dedos, es lo mismo que esto en bendición papal y esa bendición significa que te llegue el poder de la conjunción Júpiter Saturno.

Júpiter y Saturno se encuentran en el 7 antes de Cristo tres veces durante nueve meses: Clara señal, de que ahí estamos hablando de un nacimiento.

Astrológicamente hablando, una conjunción que dura nueve meses marca un nacimiento muy importante. Sumemos: el cometa, un nacimiento importante, marcado por nueve meses de una conjunción de dos planetas tan poderosos y en la constelación exacta de la cultura Judía, y encima de todo esto para colmo ocurría en un momento que se esperaba el nacimiento de algo importante, y esa conjunción que solamente la veían los esenios, porque sabían ver el cielo, era la de dos planetas fundamentales, Júpiter y Saturno, era digna de atención.

Tan digna de atención que no solo la atendieron los Esenios Hebreos, sino que llamó la atención de otra cultura. Hay otra cultura que la Biblia dice que por algún motivo en especial se interesó en esa conjunción al punto tal de desplazarse según el anatole, según Lucas.
¿Qué es el anatole? La derecha. La derecha quiere decir, venían desplazándose desde la derecha. Hubo una conjunción tan espectacular para quienes saben mirar el cielo -que encima estaba en el medio de otros tres fenómenos, cuatro en total- y esa conjunción espectacular, no sólo maravilló a los hebreos, sino también a otra cultura, que le dio tanta relevancia que vino siguiendo la estrella desde el anatole, es decir desde el Este.

Son planetas, reflejan la luz, vale –y mucho- aclarar que el cero respecto del nacimiento de Cristo, no existe. Eso lo trató de establecer con diferentes cálculos la iglesia, y le dio bastante bien: 7 años de diferencia solamente. Concretamente, tenía que encontrarse un año que uniera todos los factores que describe la Biblia:

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