viernes, 11 de noviembre de 2022

JESÚS EL CRISTO Y LA SALVACIÓN

 


Hemos llegado al final de la narrativa de la vida de Jesús partiendo de las anécdotas que cuentan los evangelios, pues no cuentan su historia, solo ciertas anécdotas, ocultando muchas cosas y tergiversando otras para confundir a la gente.
Resumo aquí mi conclusión, desde el origen, que provoca la aparición de Jesucristo y las consecuencias de este suceso.

Hace muchos miles de años, los dioses mesopotámicos se dividieron las tierras del planeta y crearon sus reinos, después de haberse peleado entre ellos y haber un vencedor que se hace con el poder, el dios Marduk. El dios jefe supremo anterior, tío del nuevo jefe, llamado Enlil y en la Biblia Yahveh/Jehovah, no se resigna, y va creando nuevos planes para reconquistar tierras perdidas y aumentar su reino, para lo cual escoge a un pueblo y a un dirigente, el pueblo luego se conocerá como hebreo y el dirigente se llama Abraham y a estas gentes las obligará a salir de su pueblo para hacer un largo recorrido, conquistando pueblos y tierras donde implantar sus normas, exigiendo sumisión absoluta.

Los hebreos, como pueblo belicoso y en continua lucha unas veces ganan y otras pierden. Ellos están convencidos de que cuando ganan es porque Yahveh les ayuda, porque ellos se portan bien con él y le obedecen en todo, sometidos a sus mandatos y cuando no obedecen ciegamente a su dios Yahveh, este les castiga perdiendo las guerras y los tiene sometidos a sus enemigos por largo tiempo.

Cuando las cosas no les van bien, ellos suplican que su dios les envíe un buen dirigente que les saque del bache y así todos vuelvan a vivir bien. Aunque tienen sus jueces que les dirigen, ellos no están satisfechos y piden un rey, así aparece el rey Saúl, pero este tampoco les va bien, y así se va gestando la necesidad de un Mesías, el Enviado, el Elegido. Los profetas que se van sucediendo, a lo largo de su ministerio, van definiendo, mediante visiones diversas, sobre quien será ese Mesías y los acontecimientos que ocurrirán.

Pasan los siglos y el Mesías no llega y cuando están bajo dominación romana los sacerdotes del Sanedrín comienzan a maquinar como resolverán el asunto logrando que se marchen los romanos y dejen de dominarlos para así ellos tener el poder que les corresponde. Como muy a pesar de las muchas profecías, relativas a la venida del Mesías, este no llega, ellos piensan que si su dios Yahveh no hace nada por enviarles el Mesías tal vez sean ellos los que deben hacerle venir, por lo cual crean un plan para conseguirlo y empiezan por buscar los candidatos adecuados para que sean los padres de ese Mesías, para lo cual utilizan sus profundos conocimientos esotéricos. Llegan a la conclusión de que lo mejor es que los padres sean descendientes directos del rey David y del Sacerdote Aarón, asegurándose así el mejor linaje a nivel genético por haber sido estos dos dirigentes muy inteligentes y poderosos, y por el lado social serán príncipes, descendientes de reyes. Así deciden que una adolescente llamada María será la madre y el Arcángel Judas de Gamala perteneciente al grupo de los esenios y jefe de la rama militar los zelotes, será el padre, los cuales tienen los dos linajes.

Todas las señales celestes, es decir astrológicas, van marcando que todo va por el buen camino y así nace Jesús y su gemelo Judas Tomás Dídimo, siendo esta otra señal de que los cielos están de su parte. Como el primogénito es el que tiene todos los poderes, a Judas se le ignora luego en todo lo que se escribe, pues toda la atención se centra en el primogénito que es el Mesías, por lo que se le da la preparación adecuada para cumplir esa misión.
A muy temprana edad se le envía a la escuela egipcia puesto que estaban viviendo en Egipto para ello, donde huyeron presuntamente de Belén aunque realmente no nació en Belén, luego probablemente es un invento para justificar que fuesen allí. A los 12 años vuelve a Palestina y en el Sanedrín lo someten a un examen, para comprobar si la enseñanza va por buen camino y comprueban con satisfacción que es así y, después de un cierto tiempo, donde su padre le forma como esenio, vuelve a la enseñanza esotérica, en esta ocasión va a la escuela central del Tíbet, donde adquiere el más alto nivel llamado estado de CRISTO.
Y es entonces cuando vuelve a su tierra y empieza a presentarse como el Mesías que todos esperaban, pero eso tenía que demostrarlo y no había mejor manera de convencer a las gentes de ello que haciendo que se cumplieran todas las profecías en él.

Probablemente esta decisión no fue solo suya sino en conjunto con el Sanedrín que eran los que habían programado su existencia y su misión. Así que en principio todo el mundo estaba de acuerdo en la forma en que tenía que proceder pues claramente Jesús acepta su misión. No olvidemos que Jesús es judío y nunca deja de serlo, cumpliendo con todos los preceptos y normas propias de su religión y de su gente.

En algún momento de la vuelta del Tíbet y hasta su presentación pública se somete a la formación como esenio y adquiere todos los conocimientos como médico para curar a las gentes.

Es evidente que en algún momento comienza a concebir su plan propio, que se desvía del que le habían programado desde el Sanedrín, que sin duda era que fuese un líder zelote, continuador de su padre Arcángel Judas de Gamala y proclamase una revolución para echar al invasor romano, y que fuese el rey de los judíos, rey de reyes, pero parece que Jesús el Cristo no pensaba ir por ese camino.

Gracias a las enseñanzas esotéricas recibidas, sabía perfectamente cómo funcionaba la organización del planeta y por qué. Conocía profundamente que el orden establecido era mantener esclava a la humanidad al servicio de las élites, tal como en sus inicios con los dioses mesopotámicos y Cristo pensó que en vez de liberar a los hebreos de los romanos él debía trabajar para liberar a toda la humanidad de la esclavitud de las élites, y ese fue su gran plan, por ello todo lo que se cuenta en los evangelios, en cuanto a sus manifestaciones, está lleno de contradicciones, pues tenía que hacer creer al Sanedrín que sería el líder de la revolución contra los romanos, tenía que ganarse la confianza de las gentes ayudándoles en principio en sus problemas, para luego poder entrar en las enseñanzas esotéricas que desconocían por completo, salvo la élite hebrea a la que él mismo pertenecía, y todo esto sin soliviantar a los romanos. Una difícil labor equilibrar estas tres vías: Sanedrín, pueblo y romanos. Así unas veces se manifiesta a favor de unos y otras a favor de los otros y así hasta la etapa final en que se dedica a soliviantar a todos para que le condenen y se cumpla todo lo escrito sobre él.

Por tanto en sus planes estaba que fuesen los apóstoles, de los cuales formaban parte su familia, sus hermanos, hermanastros y sobrinos, quienes llevarán a cabo su misión cuando él desaparezca.

Cuando “resucita” y conversa con sus apóstoles ve que ha fracasado en su misión y que no puede esperar que sus apóstoles lleven a cabo la misión encomendada entre los hebreos pues todos le van a ver como un impostor y no como el Mesías que estaban esperando puesto que no los había librado de los romanos. Los primeros que le veían como impostor era su propia familia.

Por ello busca el encuentro con Saulo de Tarso, su más enfrentado enemigo, habla con él, le convence para que le ayude, y le encarga la misión de continuar su enseñanza entre los gentiles. Justo aquí comienza toda la historia de la Iglesia Católica.

Así que la visión de Cristo era descubrir a las gentes cual era su auténtica situación en el planeta, y enseñarles el camino para liberarse de la esclavitud de las élites, consiguiendo así su salvación del poder esclavista y esta es la razón principal de su condena a muerte. La Iglesia Católica cambia esa salvación real por la hipotética de salvarnos del infierno y en cambio conseguir la gloria, el cielo o paraíso, por ello llama a Jesús El Salvador, pues él pretendió salvarnos de las garras de las élites, que es un auténtico infierno, al no ser libres ni de pensamiento ni de obra. Esta fue la auténtica Revelación de la doctrina de Jesús, descubrir a las gentes su esclavización por las élites.

Algo parecido a lo que les pasó a Adán y Eva, que el diablo les enseñó cual era su situación real, que el dios Enki les había creado partiendo de los primates y eso provocó su expulsión. Quienes controlan el mundo no quieren que esto se sepa y menos quienes son realmente ellos.

Esta es la auténtica salvación del género humano que quería conseguir Cristo, pero entre Pedro y Pablo, lo frustraron todo y de la misma forma que Cristo se fue por otra vía diferente de lo que esperaba el Sanedrín de él, su hermano Pedro y su nuevo amigo Pablo también se desviaron por otro camino, sumándose a la élite para ser ellos parte de los dominadores de la humanidad y ahí seguimos. Actualmente el cristianismo tiene 2400 millones de seguidores y el catolicismo 1360 millones, por tanto el grupo más numeroso de los cristianos.

Todos los cismas, todas las divisiones, todos los inventos de nuevas religiones van por ese camino por el del poder. Justamente es lo que hizo Mahoma que conocía perfectamente la Biblia, el Antiguo y el nuevo Testamento. Así creó su revolución y fue creando su propio imperio en competencia con los cristianos. El Islam tiene unos 1200 millones de fieles.

De vez en cuando hay algún visionario que ve la situación y busca un cambio en la Iglesia, y como no le hacen caso, provoca la ruptura creando un cisma que se convierte en una variación de la religión matriz pero sin cambiar realmente nada, llegando en realidad a un reino de taifas (bandos o facciones) tal como sucede también con el Islam, lo cual nos dice que es lo normal entre los humanos: estar siempre en desacuerdo y provocar por tanto escisiones en los grupos, tal como nos programaron los dioses mesopotámicos en el pasaje de la Torre de Babel.

Ya en el siglo II comenzaron a salir los milenaristas, un movimiento que preconiza la nueva venida de Jesús para reinar sobre la Tierra. Cada cierto tiempo vuelven a salir algunos a pregonar esta supuesta vuelta de Cristo a la Tierra y como todo el mundo sabe por aquí no ha venido y añado yo, ni vendrá, pues nadie vuelve después de muerto.

Tengo una duda, no sé si los milenaristas son gentes que no están de acuerdo con los derroteros de la Iglesia y espera o desea que venga de nuevo Jesús para cambiar el rumbo o bien la intención de esta gente es atraer a los descontentos con la Iglesia para debilitarla y ser ellos los que adquieren el poder hegemónico sobre las gentes que la siguen. Quienes sin duda siguen este camino son los Testigos de Jehová que desde su creación ya comenzaron a predicar la inminente venida de Cristo para reinar sobre la Tierra y erradicar a Satanás.

 Pretendieron profetizar varias veces esa llegada y han fracasado rotundamente como no podía ser de otra forma, pero sin duda es una forma de lograr seguidores provocando el miedo en la gente a la condena eterna.

Si creemos, como los lamas tibetanos y los budistas, en la reencarnación, hay que saber que quienes se reencarnan son aquellos que no han alcanzado el Nirvana y que por tanto, les quedan cosas que aprender, y precisamente si alguien hay en la historia que aprendió todo lo necesario y no necesita reencarnarse ese fue Cristo, más por lo que se cuenta fuera de la Iglesia que por lo que se cuenta dentro de ella.

Las diferentes sociedades secretas que conocemos, al menos de nombre, son precisamente escuelas esotéricas a las que pertenecen muchos de los que luego gobiernan ciertas partes del mundo en la política, en la justicia, en la economía y en la banca, por tanto todos son gente importante y algunos muy ricos. Esto quiere decir que saben muchas cosas que nosotros no sabemos, que utilizan procedimientos y técnicas que son auténtica magia y que entre todos se reparten el poder sobre nosotros y ahí está también la Iglesia o iglesias. Así están los Francmasones, Opus Dei, Rosacruces, Templarios, Calaveras y Huesos, Orden Martinista…

Es evidente que no se puede transmitir este conocimiento a todo el mundo, pues dependiendo de la preparación y conocimientos previos, aparte de la idiosincrasia del individuo, podría hacer un uso indebido de ese conocimiento. Pero si se podría instruir a todo el mundo en la libertad de pensamiento, en el conocimiento de la Naturaleza para amarla y respetarla, en los beneficios del respeto y buen comportamiento con nuestros semejantes, en el desarrollo de la creatividad, el conocimiento de las Bellas Artes, el análisis crítico…en vez de crear gente ignorante y obediente a la que se trata como un esclavo sumiso. Pero es evidente que si nos educaran así, ellos perderían su hegemonía sobre nosotros y ya no seríamos tan obedientes y sumisos.

Jesús es el ejemplo de un líder fabricado por la élite para arrastrar a la humanidad en una dirección determinada y cuando el líder se desvía del camino marcado, sencillamente se lo quitan de en medio. El problema es que la humanidad está acostumbrada a que alguien le diga cual es el camino a seguir y si no hay nadie que se lo indique la humanidad se pierde. En mi opinión, lo que debemos hacer, cada uno de nosotros, es escudriñar en nuestro interior para conocernos a nosotros mismos, y a partir de ahí, con una gran fe en nosotros y en nuestras capacidades, ponernos en marcha para encaminar nuestra vida hacia las metas que nos propongamos, siendo nosotros mismos, sin necesidad de seguir ni imitar a nadie, pues eso es lo que quieren las élites, que sigamos a los líderes que nos proponen, para que seamos el rebaño que dirigen ellos como pastores, haciendo que nosotros sigamos al cabestro.

El mismo Jesús lo decía: “Hombre, conócete a ti mismo”

Confío en que mis publicaciones os hayan sido amenas, interesantes e instructivas, que os hayan ayudado a aclarar vuestras propias ideas sobre este tema, liberándoos de la dependencia mental de las religiones y sus cismas. Para los creyentes, mis respetos.

Estoy preparando la publicación de un libro que escribí, hace unos cuarenta años, explicando el Génesis bíblico a la luz de los conocimientos actuales. Como en cuarenta años me he ido enterando de muchas más cosas, no me queda más remedio que hacer una revisión y actualizarlo, tal como se hace hoy con el software informático. Así que Génesis 1.0 sería el original en arameo, Génesis 1.1 sería la versión en español, Génesis 1.2 es la versión que yo escribí antaño y Génesis 1.3 es la que estoy reescribiendo ahora. Así que ¡hasta pronto!

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