viernes, 11 de noviembre de 2022

LA OTRA HISTORIA DE CRISTO capítulo XLVI

 


¿Qué pasaría? que se cumplen todas Las Profecías juntas.

La Profecía dice, exige, que tiene que haber un cambio profundo en la humanidad y que ese cambio empieza por la caída de las iglesias. Y casualmente, todo está acorralando la iglesia, está acorralando a la política, a la economía y a la ciencia- Los cuatro pilares en los que se sostiene el paradigma de la era actual.

Pero no se engañen. De esos cuatro el que siempre termina de pie, es la Iglesia. Por eso, se necesitan muchas más cosas que “simplemente” curas gays, curas pedófilos o cuentas escandalosas del vaticano.

De hecho, hizo todo lo contrario de Cristo, no se interesó iniciarse, sino que simple y simplonamente se apoya en “yo soy el del linaje y se acabó”.

Así llegó a la muerte y dejó a su hijo, en exactamente las mismas condiciones. Y muy bien está que todo eso sea parte de la gran decepción.

Según la Profecías, el último papa está cerca. Según Malaquías –y Nostradamus y Fátima apuntan exactamente en la misma dirección- Y este papa iba a ser el “De la gloria olivae” ¿Qué significa eso? Malaquías da una frase que revela qué sucederá con cada papa y que nunca, jamás, falló. Está escrito en la segunda mitad del Siglo XVI. Y lo que decía para Benedicto XVI, es “De la gloria olivae”, porque será como la gloria del olivo: gloria efímera. El olivo parece que está reverdecido, y al día siguiente se murió. Así vimos que Benedicto renunció, tal vez porque no quiso verse en el lío de la profecía, así que lo más probable es que Francisco sea el último Papa, pues según San Malaquías el último Papa se llamaría PEDRO II EL ROMANO pues el Papa Francisco hizo alguna alusión al lema Pedro El Romano.

Así es este papa. Cuando subió, venía de que la iglesia gozara de uno de los funerales más grandes de la historia. Juan Pablo II era carismático, todo el mundo lo quería ¿por qué lo mantenían vivo “en formol”?

Cuando en la iglesia un papa estaba tan mal como lo estaba él, le dan “el viaje a Cristo” mucho antes, porque es un riesgo un papa en ese estado.

¿Por qué lo mantenía “en formol”? porque está aterrada de que se acerque el fin de los papas, tal cual lo ubican las Profecías sobre los papas, que en más de 500 años nunca fallaron.

Cristo y Pablo
La familia, se había enfrentado a la Enseñanza; y los discípulos, se habían dispersado ignorando a la Enseñanza. La Leyenda y la historia ubican detalladamente que el Grial fue hacia el Oeste. Y todos los datos, recogidos a manera de restos arqueológicos, muestran sin lugar a dudas que Jesús fue hacia el Este.

Aparece un loco, que dice haber visto a Cristo en el Este. Era un loco, loco de verdad, yo te voy a leer la descripción que hacen, y es la de un loco absoluto: constitución enfermiza, feo, bizco, calvo, petiso, rudo, intolerante, apasionado y bruto.
Por favor, salúdenlo: acabo de presentarles a Pablo. “San Pablo” –para los no amigos- era tan loco como recién lo escuchamos.

Jesús va hacia el Este. Magdalena emprende el viaje hacia el Oeste con el Grial; tiempo después se encontrará con Cristo en el Este. Y ahí entra en juego algo más, de mucha importancia pues llega hasta nuestros días: “Las Vírgenes Negras” Cuando alguien ve una virgen con un niño en brazos, de inmediato asocia “Es María con Jesús”. La iglesia se encargó muy bien de crear ese reflejo automático –ese Savikalpa, para quienes Asisten a los Plenarios-; y para resolver eso se crearon las vírgenes negras.

La virgen negra no representa a Jesús en brazos de su madre sino al hijo de Jesús en brazos de Magdalena. Es más, en muchos lugares, directamente es la Señal de que Magdalena y El Grial estuvieron ahí.

¿Por qué de color negra? porque ella venía del culto de Ishtar; y porque venía de estar cerca de Cristo, o sea “más cerca del Sol” simbólicamente entonces, la representan más bronceada, más tostada. Y si en España está una de las Vírgenes Morenas más importantes del mundo –la Virgen de Montserrat- es porque Magdalena y El Grial estuvieron ahí.

Esto quiere decir que Magdalena y El Grial estuvieron en Europa. Exactamente entre otros lugares, pues en el viaje al Oeste, pasan por todo el Mediterráneo. Por eso tanto Francia como España están colmados de vírgenes negras.

No estoy de acuerdo con el autor en que Magdalena estuvo en todo los lugares donde aparecen vírgenes negras, pues muchas de ellas fueron colocadas por la Iglesia en lugares estratégicos siglos más tarde aprovechando la introducción anterior.

Pero el Viaje sigue mucho más y más hacia el Oeste, hasta llegar a un lugar completamente insospechado del que vamos a hablar en otro momento porque se conecta directamente con la enseñanza pero no dejemos a solas a Jesús. Cada vez más al Este, sin la familia, sin la esposa, sin el hijo, y en un momento muy duro, porque todo lo que había hecho parecía que había salido muy mal.

O dicho de manera más simpática: quédate tranquilo, la realidad ya se va a acomodar a ti el hombre había emprendido su viaje al destino final, la India. Pero en la India se había quedado con enemigos. Tenía que tener cuidado a qué lugares de la India iba. Por eso va a elegir finalmente el lugar menos brahmánico de la India: Cachemira.

Una grandísima oportunidad, digna de un Gran Mago que le podía ordenar todo lo que había quedado desordenado acerca de lo que pasaba con su Enseñanza. Pero para comprender esa oportunidad, es necesario ver primer el contexto en el cual tendrá que insertarse.

Los judíos seguían esperando el Mesías que los libere, nada había cambiado. O lo que había cambiado, era para peor: la familia había perdido un montón de prestigio. Con la única excepción de quienes mordían el anzuelo de “La Cruz y Ficción”, a la inmensa mayoría la ilusión de que Cristo había muerto en la Cruz e iba a volver después de la muerte, y ahora sí los liberaría no convencía a nadie.

Y Pedro, que era el que tenía que mantener el Mensaje era el que más problema tenía, porque cada vez menos gente tenía entre los judíos. Lo cual significa que la única posibilidad que les quedaba a quienes querían continuar el Mensaje, era exactamente la que Cristo les había legado post Cruz: ir a convencer gente de otros cultos.

Y comprendamos lo que eso significaba: Tener que decirles que abandonen la religión en la que estuvieran, para esperar a un muerto que iba a volver de la muerte y los iba a salvar.
Y a cambio de, en el medio, detalles tales como circuncidarse y cumplir tortuosos protocolos de prohibiciones y más prohibiciones de cosas y más cosas que son precisamente las que la gente menos quieren que le prohíban: sexo, diversión y comida. Es decir, precisamente el Mensaje de Cristo, estaba en estado de “coma”.

En sus cartas, se presenta a sí mismo y cuenta su historia. Había sido Saulo de Tarso –pues venía de esa localidad romana en Cilicia, frontera con Siria- de religión judía, y se convirtió a los romanos cuando el padre le compró la nacionalidad.


Así como era de bruto, feo, petiso, tosco y bizco lo era de culto: Había sido fariseo. Conocía y citaba de memoria la Ley antigua, pues tenía una sólida formación teológica, así como filosófica, jurídica, mercantil y lingüística. Hablaba en hebreo, arameo y griego, y sabía cómo pensaban los griegos, conocía su filosofía, y pese a ser judío no tenía el más mínimo inconveniente de compartir la mesa con griegos. Se dedicaba a una actividad pagada por los romanos: perseguir a las sectas judías “peligrosas” para Roma -pues como había sido judío y fariseo, sabía cómo se movían-. Pronto se especializó en perseguir Nazoreos, hasta transformarse en el principal opositor y cazador de todo lo que tuviera que ver con Jesús.

Determinado a eso ya desde el nombre -Saulo quiere decir “invocado, llamado- tenía continuas visiones. Decía que todo el tiempo veía “una aguja que lo perseguía”, una especie de abeja que lo perseguía. Obviamente bastan las más básicas interpretaciones psicológicas para ver en una homosexualidad latente. No se olviden que él era un gran misógino, odiaba a las mujeres y decía que había un aguijón que le penetraba en la carne y no lo dejaba tranquilo –lo excitaba-.

No hace falta ser Lacan para escuchar de qué habla eso ¿no? Tenía visiones, y a lo que veía en las visiones era a lo que más importancia le daba como todo psicótico. Entonces un psicótico fanático perseguía a los discípulos relacionados con Cristo, a la familia de Cristo, y a lo que quedaba de su Mensaje. Es decir, una fuerza enorme, “interesadísima” en Cristo.

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