La más Pura Casualidad hizo que Pablo fuera hacia Damasco cuando Jesús estaba en Damasco. Pablo le había pedido a Pilatos –que todavía era Procurador- una orden especial para que él pueda perseguir Nazoreos estén donde estén. Y había versiones de que en Damasco había Nazoreos.
Por supuesto que ni se imaginaba que el que ahí estaba era el mismísimo Jesús en persona. Lo cual implicaba un detalle del cual no podía tener la más mínima sospecha: que estaba vivo.
Pilatos contento le concede, a ver si logra repuntar su alicaída posición -no hay que olvidar que a Pilatos lo estaban por destituir porque estaba cuestionado por todos los bandos- Pero antes de irse, va a despedirse de Gamaliel quien lo reprueba de un modo durísimo. ¿Por qué? Porque Pablo, persiguiendo a los Nazoreos, se había encarnecido de un modo sanguinario. Al ser tan duramente reprendido, Pablo queda muy abatido y pone en duda todo lo que había hecho. Pero ya le había contado a Gamaliel, que él se iba a buscar a lo que quedaba de los Nazoreos, y que no podía rehusar porque ya estaba enterado Pilatos.
Gamaliel, sí es más que probable que supiera que Jesús estuviera vivo en Damasco. ¿Y qué hace? le manda “un ángel” –“un ángel le avisó de mi presencia”-. Un mensajero urgente para avisarle a Jesús que iban a buscar Nazoreos a esa zona; lo cual era terrible, porque encima tenía una orden para que se le permitiera apresar Nazoreos, no solo en la zona de Pilatos, sino donde estuvieran. Imagínense si le llevaba a Jesús al mismísimo Pilatos otra vez.
Una vez le salió bien, dos veces no y más si ya iban a estar advertidísimos de toda la “Cruz y Ficción” Y además no olvidemos que la condena para alguien que escapaba de la cruz era mil veces peor que la Cruz.
A Jesús le llega el mensaje porque Gamaliel le advierte del peligro inminente ¿Y qué hace? ¿Qué hace Cristo? Hace uso de su iniciación: Crea un Plan Maestro. Y para eso, ¿qué es lo primero?
Pablo declara que al llegar cerca de Damasco –adonde casualmente, estaba Cristo tiene una visión. ¿Y qué ve? Algo extremadamente parecido a eso que ya vimos en la escena de la tumba relatado por Josefo, que era especialidad de los zelotes: una explosión. Y junto a la luz cegadora, entre las nubes de los explosivos se escucha la Voz del Maestro. No se olviden que además Pablo, como todo romano, estaba convencido de que Jesús había muerto en la Cruz. Se pueden imaginar el terror y el impacto de la escena: Pablo ¿por qué me persigues?
Entonces tenían pasaje de ida y vuelta con “El Tren Del Cielo” porque los encuentros siguieron. Damasco está lleno de lugares que conmemoran esos encuentros.
Entonces tenían pasaje de ida y vuelta con “El Tren Del Cielo” porque los encuentros siguieron. Damasco está lleno de lugares que conmemoran esos encuentros.
Plan que continuó después de la Cruz, a través de la Enseñanza que le dio a Pablo. Pablo odia a la familia de Cristo, así como a los discípulos que habían estado con Cristo. Y la familia, le generaba problemas a Cristo por todos lados, mientras que los discípulos directamente lo habían traicionado de modos diversos, al punto de directamente dispersarse.
Pablo, hasta el encuentro con Cristo, perseguía a la familia, los discípulos y todo lo relacionado con Cristo en nombre de Roma.
Luego del encuentro con Cristo, pasa a perseguir a la familia, los discípulos y todo lo relacionado con Cristo ahora en nombre de Cristo. Es absolutamente grandioso e históricamente Maestro: Dio vuelta toda la situación, usando la fuerza del rival para su propio resultado.
El Plan sería: “Este persigue con esa fiereza a la familia y a los discípulos que me están haciendo problema en todos lados. Entonces le ofrezco ser mi más ferviente discípulo y que se saque el gusto de perseguirlos, pero desde la aplicación de esa misma enseñanza que ni la familia ni los discípulos quisieron aplicar.
Y esa aparición, pensada tan metódicamente en el uso de las fuerzas que accionaban en Pablo que Taciano consigna que la frase estratégica que le dijo en aquella primera visión fue: “dura cosa lidiar con eso del aguijón, ¿no Pablo?
Los Apóstoles y de las 13 Cartas de “Las Epístolas de Pablo” que están en el Nuevo Testamento de toda Biblia. Por supuesto que un tanto “tocadas” y adaptadas por la iglesia, Pablo y “los Pedros” quedaron tan enfrentados como lo están en la actualidad, cuando de lo que se trata es de que el mensaje de Jesús no lo tiene la iglesia -la que se menciona como “fundada en Pedro”- sino que lo tiene quien siguió la Enseñanza –eso que Cristo trató de reubicar a través de Pablo.
Los grandes episodios de esa historia entre Pablo y “los Pedros” son:
Pablo se les presenta primero a conocer Pedro. Se le presenta a Pedro y Pedro lo recibe muy bien, porque no se podía imaginar de qué se trataba. Pablo le dice “yo tuve una visión de Cristo” “Ah qué interesante, cuéntame”
Durante 15 días conviven. Y Pablo termina esos 15 días y le dice a Pedro que un falso hipócrita, pues convivió con él –que se presenta como gentil- y se ha sentado a mi mesa, pero cuando vienen los hermanos lo repudia y lo quiere tomar por siervo. El efecto en Pedro, es que lo deja tan impactado tanta honestidad, tanta sinceridad que no preside más los concilios durante los próximos 15 años. Los pasa a presidir Santiago, el otro hermano –al que, vale de paso mencionarlo, Pablo menciona explícitamente como “hermano del Señor” en Galatas 1,19-
El efecto de Pablo en Pedro, es parte del Plan porque Pedro había empezado a dudar cada vez más. La conjunción de la idea de que iban a ser liberados de Roma por un resucitado de un muerto, con el efecto de que encima a cada uno que le hablaba, si era judío no quería saber nada con Cristo porque los había decepcionado, y si era gentil, menos quería saber con cosas tales como circuncidarse y no poder disfrutar de los Sábados era lógicamente devastadora. El mensaje no llegaba y no avanzaba por ningún lado. Hasta que llega Pablo.
Cristo les había prohibido ir a casa de samaritanos y de gentiles. Pero ahora Cristo actualizó él mismo su mensaje a través de Pablo de hecho, si había hablado con Pablo, le había hablado a un gentil. Y no sólo le había hablado, le había Enseñado cosas que a ninguno de ellos les había enseñado.
Los otros lo entendían como que Cristo se reveló ante él y le dio un mensaje; pero él no se detuvo ahí sino que parte central de su énfasis estaba en poner en juego algo que no sólo no les gustó en absoluto, sino que les molestaba en su esencia más íntima: “Si Cristo estuvo conmigo, entonces yo soy igual que ustedes”. Y mucho peor aún : “A mí me eligió para algo mayor que para lo que los eligió a ustedes: para llevar el Mensaje no sólo a los judíos sino a todos.
Hay que ir a casas de gentiles, que hay que enseñar en todos lados y no hay que pedirles que se hagan judíos. Es decir: basta de circuncisión, basta de Sabbath basta de todo eso que, precisamente, hacía que los gentiles no quisieran saber nada con lo que les decían.
Ahí empieza el gran problema. Tanto que ahí puede verse por qué la iglesia es exactamente lo opuesto a la Enseñanza de Cristo: Aquél que de la familia más se oponía a Pablo, es el que quedó como fundador de la iglesia: la iglesia es Pedro. Y Pedro es todo eso en lo cual Cristo no quiso apoyar su Enseñanza: la familia, la relación , el lazo de sangre.
La conclusión es tan tremenda como inevitable: ¿la iglesia es el Anti-Cristo?
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