¿Y por qué este hecho importa? Primero, porque que de pronto dé la orden que se vayan, nos muestra que aun estando colgado en la Cruz, desde ahí arriba seguía organizando las cosas. Pero a su vez, esto nos permitirá ubicar algo más, extremadamente clave: qué era lo que estaba por suceder, que ya lo daba todo por concluido, que “todo había sido consumado”:
Cuando él dice “Eli Eli Lama Sabactani” “Lama” es la Palabra Clave.
“Eli, Eli” es un llamado: “Señor, Señor”. Pero lo que dice después es el Nombre de dos Lamas que son los príncipes del bajo astral.
Aun sabiendo que entramos en terreno inseguro, prefería no pasar por alto este dato –que si no lo decía, nadie se enteraba- porque me parece que muestra algo absolutamente innegociable para lo que estamos encarando en nuestro Recorrido: Muestra la dimensión absolutamente humana de Jesús. No tengo otro motivo argumental para incluirlo. No podemos dudarlo, estaba en el peor momento, no sabía si la enseñanza había servido para algo, el sufrimiento era enorme y todos estaban en contra. Cualquiera de nosotros pega un insulto, una maldición”, cuando tiene alguna adversidad. Exactamente eso es lo que hizo Cristo; lo que cualquier ser humano hace en esas mismas circunstancias: les tiró la peor maldición que conocía. Tan poderosa que de inmediato, por supuesto, se le vuelve en contra: junto con el eclipse que todos los historiadores consignan se desató una tormenta, una
tempestad que le produjo un efecto totalmente contrario a su Plan: lo despertó más, lo reavivó cuando lo que menos quería, era “eso”.
Podríamos decir el nombre de esos Lamas invocados en el conjuro pero sería correr el riesgo de Conjurar nosotros también, y de ningún modo quiero hacerlo.
Doña Esponja, a escena . Estaba en La cruz, tenía conciencia absoluta como para seguir organizando desde ahí arriba, recordando frases en otro idioma, y con fuerzas suficientes como para que lo escuchen desde lejos y en medio de la pretormenta. Hasta que de pronto, de un momento al otro lo dan por muerto.
¿Qué pasó? ¿El conjuro era para tanto? Noooo. Algo mucho más concreto y poderoso: pasó la esponja.
Lucas 23,36:
“Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre”
Marcos 15,36:
“Y corrió uno, y empapando una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber, diciendo: Dejad, veamos si viene Elías a bajarle. 37 Mas Jesús, dando una gran voz, expiró. 38 Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. 39 Y el centurión que estaba frente a él, viendo que después de clamar había expirado así, dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios. 40 También había algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé, 41 quienes, cuando él estaba en Galilea, le seguían y le servían; y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén”
Mateo 27,48:
“Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber. 49 Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle. 50 Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu”
Juan 19,28:
“Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed. 29 Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca. 30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.”
Termina de decir sus últimas palabras, y dice la contraseña: “tengo sed”.
No hace falta recordar que a ningún crucificado se le daba de beber. Son romanos, que les importaba si tenía sed en la Cruz, era parte de la tortura; incluso se hacían encima, era una cosa degradante y parte del tema degradarlo. De ningún modo era “tengo sed”, “te atiendo”
Pero a Cristo, muy sintomática y sugestivamente, le dan de tomar. El tema es ¿qué le dieron, que en seguida “se murió”?
Empecemos por qué dice la Biblia: Es muy importante escuchar que en griego, lo que dice es que le dieron un “ácidus”. Y a “ácidus” lo traducen como vinagre -porque es el origen de, por ejemplo, “aceto” balsámico, que se confunde con- y porque así estaba en la Profecía.
Salmo 2 69,21:
“Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre”
Pero es absolutamente ridículo si le hubieran dado vinagre, porque es un perfume penetrante, un reactivante. Si le hubieran dado vinagre, no podía jamás haber ocurrido lo que ocurrió: que de inmediato perdiera por completo la conciencia, como lo dice claramente Juan: se entregó y expiró.
Y de hecho, la Biblia no dice que le dieron vinagre. La palabra es ácidus. Y en cuanto le encajan la esponja en la boca “todo ha sido consumado” y ya está, “expira” de inmediato.
Hasta dos palabras antes, tira maldiciones, dice mujer vete, tiene fuerza pulmonar, lo que quiere decir que esta lejísimos de morir todavía. Dice una palabra/contraseña, le dan algo que nunca le dan a un crucificado, y se origina un proceso por el que en unos segundos ya lo dan por muerto evitando romperle las piernas y porque simplemente no reacciona a un rasguño.
Las fichas del rompecabezas encajan todas perfectamente y con total claridad van mostrando la figura que forman: La de un súper Plan Maestro.
¿Cómo puede ser que se muera tan de repente? Con tanta fuerza previa, y en tan poco tiempo cuando en la Cruz nadie se moría tan pronto.
Todo es sospechosísimo. Tanto que, no olvidemos que más allá de toda especulación, explícitamente el mismísimo Pilatos dice ¿Cómo? ¿Ya murió? Y si no fuera porque su amigote el Centurión le dice “Sí, ya murió”, él jamás lo hubiera entregado cuando el otro amigote –y fallido mediante- se lo pide.
Centurión del cual no quiero que dejemos de ubicar, qué pasó luego con él. Pues en las Actas Oficiales de Pilatos, figura explícitamente que Longinus, después de la Cruz, renunció a ser Centurión Romano. Y acá viene lo mejor: ¿a que no saben en qué se transformó finalmente?
En uno de los primeros Obispos del Cristianismo, en su ciudad natal. Y les recuerdo que esto está consignado en las Actas Oficiales de Pilatos convendrás que es un dato muy importante. Un súper dato, a decir verdad. Cuando empezaron a organizarse las primeras iglesias, el obispo en la ciudad natal de él era Longinus. Esto no deja la menor duda de que el tipo era un convencido, a él le había gustado el mensaje de Jesús.
Las Actas de Pilatos, más Eusebio de Cesárea, más Plinio el Viejo, todos apuntan a que Longinus estaba complotado con Jesús; agregan, después custodió el Grial; agregan le regaló el manto. Es por Longinus, que se le da a beber la esponja con un Ácidus, y es por Longinus que Pilatos lo acepta bajar de la Cruz.
Sólo una sola pregunta más, si cabe formularla: podemos saber algo más del “ácidus”? Y la respuesta que con mucho gusto estamos en condiciones de dar es que en iniciación, podemos.
Pues textos iniciáticos tienen la clave.
Y esa clave es la misma que, casualmente, se encuentra en las tumbas de los esenios de esa misma época. Las tumbas de los esenios de esa misma época tienen todas dibujadas una plantita que era con la que ellos ingresaban a la Orden Esenia.
Después de pasar dos años de una prueba terrible, en la que comían una lonja de pan con langosta, no el crustáceo, langosta el insecto y una pócima de miel por día -y cuando se portaban mal les bajaban la dosis- luego de esos dos años, accedían a la Haoma Pócima.
Se preparaba con una planta con una forma alargada –por extensión ambas reciben el mismo nombre- que es lo que está dibujado en las tumbas de los Esenios en la época de Cristo.
Esto explica José Luís Parise de sus experiencias:
Estas plantas estaban en las tumbas de los sacerdotes esenios, porque es el distintivo de la ceremonia que ellos hacían. ¿Cuál ceremonia? “morir” cuatro días y “resucitar” de esa “muerte”.
Es similar al uso de la Ayahuasca. Lo tomé en diferentes contextos incluido el corazón de la Selva Amazónica, y sé muy bien de qué se trata: efectivamente, algunos de sus empleos, incluyen lo que se llama la Soga del Muerto, y la Segunda Muerte. Literalmente, pasar por una muerte artificial, porque luego vuelves al mismo cuerpo pero has visto y vivido lo mismo que en la muerte.
Esto significa que al morir hay una respuesta automática del cerebro y conecta con esa dimensión a la que luego iremos. Donde aparece el túnel con la luz intensa al fondo…
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